AIR FORCE BLANCHE

Las calles están ruidosas, el cromo brilla, huele a ambición y un poco a gasolina cara. Aquí nadie nació con una corona, pero algunos aprendieron a actuar como si la tuvieran desde hace mucho tiempo, solo que no brilla al sol, sino que se refleja en el capó. La historia de alguien que no caminó por la alfombra roja, sino por el asfalto lleno de baches, y aun así llegó a su destino, con zapatillas blancas en las que cada mota de polvo es como un trofeo.

Aquí hay cansancio, pero sin derrota. Hay risas, pero sin ligereza. El sonido avanza con confianza, como si supiera adónde ir, incluso con el navegador apagado. Todo está decidido: «dégagez le passage», despejen el camino: los reyes tienen su propia trayectoria, sin fanfarrias, pero con un bajo potente.