Polvere

Cuando el amor se convierte en cenizas, el aire aún huele a él. Inhalar y sentir como si estuvieran juntos de nuevo, aunque sabes que hace mucho que no lo están. En esta banda sonora de mañanas rotas y tardes interminables, late un corazón que se obstina en fingir ser de piedra. Las palabras cortan suavemente, como un cuchillo frío, no matan, pero dejan huella. La música parece deslizarse por la fina línea entre "quiero olvidar" y "no puedo dejar ir". Cada línea es como un mensaje que nunca fue enviado: quedó suspendido en el aire, donde aún flotan las palabras no dichas y las viejas nubes de cigarrillos. Y aunque solo quedó polvo de ella, aún se ve el contorno de lo que alguna vez fue un hogar.