Sale état

Huele a asfalto después de la lluvia y a tabaco, cuando la ciudad ya duerme, pero los pensamientos no. Parece que todo es como para los demás: dinero, trabajo, sueños de «una casa en la patria», pero por dentro hay una abolladura, como en el capó después de un golpe. Arreglan el corazón como pueden: con bromas, rimas, humo por la ventana. Aquí no hay lugar para las quejas, solo un ligero cansancio del mundo, donde no se puede «manger» en todas partes. Simplemente una persona que entendió demasiado pronto y ahora está aprendiendo a confiar de nuevo, al menos en sí misma.