Run

La velocidad huele a pólvora y asfalto caliente: las noticias pasan más rápido que las motos sin matrícula, las ambiciones brillan como el escaparate de cohetes de Bezos. En las interferencias de radio, nombres extraños; atrás, los que tuvieron que quedarse; adelante, una ciudad que se abre con una "buena palabra" y se cierra con una sirena. El corazón funciona en modo "paso a paso", pero el reflector estatal sigue soñando con pulsar el botón de "apagado". Dentro, crujido de metal y colgantes de oración; fuera, un águila mojada en la sudadera con capucha y un aguacero bajo la capucha. Esta es una música sobre aquellos que llevan la presa al pueblo y al mismo tiempo buscan un mapa para no desviarse de la ruta. El ritmo es como una barrera que se levanta en el último momento: por poco y te quedas fuera, pero al final el paso está abierto. Un poco amargo, un poco atrevido, y lo suficientemente fuerte para no perderse.