クリスマスソング

La nieve, iluminada por las farolas, cae lentamente, como en una película antigua, y la ciudad se convierte en una postal, con renos en las cabezas de las parejas, guirnaldas empalagosas y música demasiado alta. En este resplandor, de repente se oye con especial claridad el propio corazón: late de forma irregular, como un baterista aficionado, y hace girar en círculo los pensamientos que uno quiere expresar, pero que da vergüenza verbalizar.

Esta melodía trata sobre cómo en el pecho maduran al mismo tiempo el calor y la nostalgia, sobre el deseo de envolver los sentimientos en un bonito envoltorio, pero aun así solo se abre paso una simple confesión. Con cada repetición se vuelve menos incómoda, pero más sincera. Y entre toda la pompa festiva queda lo más importante: la frágil esperanza de que alguien la escuche.