ビターバカンス

Es como la banda sonora de esos días en los que por dentro todo hierve, y por fuera hay que hacer cola para tomar un café y sonreír «como todos». La canción respira cansancio y esperanza al mismo tiempo: sobre cómo detrás de la capacidad de mantener la compostura siempre se esconde el silencioso «ya es hora de descansar» de alguien. Aquí no hay patetismo, solo la verdad honesta y un poco arrugada sobre cómo se desea quitarse la máscara, respirar más profundamente y reconocer que la debilidad no es un enemigo, sino un respiro.

Hay mucho ruido callejero en ella, un poco de amargura y un poco de dulzura, como en un caramelo que se te ha pegado a los dedos. Pero entre líneas se trasluce lo más importante: aunque todo parezca difícil, siempre hay lugar para un pequeño placer, una risa fugaz y el reconocimiento de que lo que amas merece la pena volver a él.