TU

El amor, como un ascensor descolgado, a veces te eleva hasta el techo y a veces retumba hacia abajo, dejando en tus oídos el eco de insultos y risas. Parece que está de nuevo en el fondo, pero aún así se siente atraído por ella, por la que sabe enojarse hermosamente y perdonar a medias. Entre mordiscos de palabras y besos con sabor a Hennessy, nace una extraña ternura, cansada, honesta, con ojeras y oro en la muñeca. Cada estrofa es como una conversación después de una pelea, donde en lugar de disculpas suena el bajo, y entre líneas el deseo de no dejar ir, incluso si ya es tarde. Y en este eterno "tu-tu-tu" hay algo dolorosamente vivo: el intento de no tener razón, sino simplemente de quedarse.