Там на небе звёзды

La canción suena como una confesión al atardecer, cuando aún tiembla en las manos una botella vacía, pero la mirada ya busca su estrella en el cielo. En ella hay amargura por los errores cometidos, calor de los recuerdos y ese deseo obstinado de dejar tras de sí al menos un poco de luz: en los poemas, en las sonrisas de los niños, en los corazones ajenos. La música parece recordar: nunca es tarde, aunque el camino haya sido sinuoso y el fuego haya ardido poco, pero con belleza.