In My Head

Parece que toda la ciudad ha apagado las luces y solo quedan el pulso, la respiración y el sonido de la lluvia que corre en algún lugar bajo la piel. Primero, una conversación sin sentido, luego silencio, y de repente, una corriente recorre tus piernas, un temblor en el pecho, y ya no sabes si es amor o simplemente el calor que sientes por dentro. El ritmo zumba en las venas como el metro a las tres de la mañana, cuando el vagón está vacío y aún no has llegado a donde te proponías. Y queda claro: a veces perderse es la única forma de sentir algo.