Facilita

Cuando los deseos se vuelven puntuales y la pasión casi un horario, nacen ritmos como estos. Aquí no hay tiempo para el romance ni los significados profundos: todo es simple, caluroso y por minutos. Los segundos se arrastran perezosamente mientras los cuerpos ya están contando hacia atrás. El bajo vibra en el aire, las palabras se repiten en bucle, como si estuvieran atrapadas entre la impaciencia y el placer. El mundo se reduce a una sola habitación donde no se necesitan planes ni conversaciones, solo el pulso, el sonido y un ligero "más despacio, cariño", como una contraseña para un mundo donde el ritmo lo decide todo.