At The Same Time

Cuando los sentimientos se convierten en un despertador mal ajustado: uno se despierta cuando el otro acaba de dormirse. Parece que hay amor, e incluso muy fuerte, pero siempre en el lugar y el momento equivocados. A veces se entrelazan los dedos, otras veces ya están en lados opuestos de la cama, mirando al techo y fingiendo no oír la respiración del otro. A veces parece que es el karma: siempre estar un poco desfasados en el tiempo. Como si alguien allá arriba girara la esfera del reloj para que las agujas nunca coincidieran. Y solo queda maldecir al mismo cielo, con la esperanza de que algún día se canse de escuchar y, al fin y al cabo, una esos polos en un minuto.