Empire State Of Mind

Una ciudad que huele a castañas asadas, ambición y cansancio. Cada calle es como una estrofa, cada letrero es como una pista de que la vida puede cambiar en un solo compás. Cada uno que alguna vez soñó en grande encuentra su ritmo en este ruido infinito. A alguien le toca una valla publicitaria, a alguien un banco junto al metro, pero todos sienten lo mismo: como si estuvieras en la cima del mundo, aunque sea con tacones que hace tiempo se descosieron de tanto correr. Y cuando las voces se funden en el grito colectivo de "Nueva York", parece que no es una canción, sino la respiración colectiva de una ciudad que no perdona a nadie, pero que inspira hasta la piel de gallina.