Kaka Main Salah

El amor es caro. A veces, literalmente. Especialmente cuando los sentimientos chocan con la dura contabilidad de la vida: donde en lugar de corazones hay cálculos, y en lugar de besos hay conversaciones «con los padres». Y parecía que todo era real: las noches, los sueños, los planes «hasta la vejez». Pero la realidad, como un cajero severo, simplemente dijo: «No hay fondos suficientes».

Y solo queda sonreír, no por malicia, sino por impotencia. Porque el corazón quería «para siempre», y la vida entregó un cheque «hasta la primera cuenta». Es triste, por supuesto. Pero ahí está la honestidad: a veces el amor no termina, simplemente no pasa por caja.