8PM

Cuando la vida deja de ser una lucha por la supervivencia y se convierte en un deporte, con metas, revanchas y gritos de victoria en la noche vacía. El dinero ya no es solo un objetivo, sino un indicador de resistencia: quién ha sido capaz de no derrumbarse sin dormir, sin comer y cargando con todo el peso de los errores.

Ahora todo es un poco más fuerte: los golpes, la confianza, los pasos. Desde que el bolsillo dejó de estar vacío, apareció el derecho a bromear sobre el pasado y permitirse pausas. Pero incluso en el éxito se percibe el cansancio familiar, ese que no te deja relajarte hasta que queda claro: sí, ya no es suerte, es felicidad ganada con sudor.