Терентий

En algún lugar a las afueras del pueblo, en medio de la tranquilidad y el desorden cotidiano, vive un hombre legendario, con su látigo, su nostalgia y su látex, que ha sobrevivido a la reestructuración, las sanciones y el programa de televisión Pole Chudes. En su mundo, todo perdió sentido hace tiempo, pero la disciplina permaneció: la casa está limpia, las fantasías bajo control y la palabra de seguridad, por desgracia, olvidada. Un poco triste, un poco absurdo, como la vida, si lo piensas bien.

En esta canción no hay vulgaridad, solo ironía sobre cómo la soledad puede ser inventiva. El viejo Terenti no es solo un héroe del folclore provincial, es como un recordatorio: cada uno se aferra a lo suyo, quien a un sueño, quien a un hábito, quien a cadenas y correas. Y todo esto junto no suena como un escándalo, sino como un himno a la rareza humana, un poco ridícula, un poco tierna y dolorosamente viva.