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Al principio, todo parece bastante decente: sentarse tranquilamente, esbozar una sonrisa, fingir ser una «buena chica». Pero, al observarla más detenidamente, esta imagen pulida comienza a resquebrajarse: las pastillas no ayudan, la meditación se convierte en un nervioso «venga, ponte a trabajar», y la sonrisa se pega a la cara peor que una tirita a la piel húmeda.

Y de repente, en medio de todo este autocontrol pulido, irrumpe un calor intenso, pesado, pegajoso, como si alguien hubiera encendido un soplete dentro y se hubiera olvidado de apagarlo. El calor aumenta, quema los restos de decoro y convierte el frágil «trato de ser correcta» en una estruendosa fuente de «que le den a todo».

La canción es como el diario de una persona que intentaba ser complaciente, pero que al final aprendió a escuchar no los aplausos de los demás, sino los latidos frenéticos de su propio corazón.

Director de fotografía y corrección de color: Julian Varés

Director: Frankie Logan

Diseño gráfico: Wade Jeffery y Lorenzo Fanton

Peluquería y maquillaje: Simona Terlow / Alisha Verze (Stache)

Montaje: Jawshy4eva

Directora: Yumi Zuma