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Descripción
La parálisis no siempre se refiere al cuerpo, a veces se refiere al corazón, que se encuentra atrapado entre el miedo a lo desconocido y el anhelo de simple calor humano. Aquí, la ansiedad convive con la ingenua creencia de que un beso puede curar cualquier herida, como si fuera una simple rozadura en la rodilla de un niño.
La música suena como una petición repetida hasta la obsesión: haz que no duela tanto, haz que se pueda respirar. Y en este mantra no se percibe debilidad, sino sinceridad, porque admitir que se necesita a alguien cerca es mucho más difícil que esconderse detrás de una máscara de fuerza.
Letra y traducción
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