Just Two Girls

Hay bares donde el alcohol es solo un adorno y el verdadero espectáculo se desarrolla en las conversaciones. Un poco de sarcasmo mordaz, un poco de humo de cigarrillo, y de repente el mundo se divide en «nosotros contra todos». Las pequeñas revelaciones tras una copa se convierten en epifanías, y las historias ajenas en la sala se convierten en objeto de audaces hipótesis. Dos chicas, dos miradas, dos centros de atracción: es como si un juego infantil en el parque hubiera crecido y se hubiera trasladado a la noche, pero con la misma sensación: hay un escenario, hay público, hay una estrella designada.