Descripción
La canción es como la lluvia otoñal: se desliza lentamente en la conciencia, llevándose con cada compás una pizca de esperanza y dejando un vacío difícil de ignorar. No es una destrucción brusca ni catastrófica, sino un largo proceso en el que el dolor va ganando fuerza poco a poco, sin prisas, pero atravesándote por dentro aunque no quieras pensar en ello. Como un edificio viejo que se derrumba por la lluvia y el tiempo: primero son pequeñas grietas, luego cada vez más grandes, hasta que un día te das cuenta de que ya no es lo que era. Con cada acorde se hace más claro: el momento no se va, el amor no se va, ese sentimiento no se va, cuando piensas que todo ha terminado, pero en realidad solo está comenzando. La melancolía aquí no es demasiado evidente, pero es precisa. Esta canción no trata sobre el drama ni la tragedia, sino más bien sobre cómo los pequeños vacíos forman abismos que es imposible ocultar. El amor, el perdón, la separación... todo se destruye de forma silenciosa pero persistente. Es ese momento después de una fiesta, cuando las luces se apagan y te quedas solo con lo que tanto has intentado posponer.
Letra y traducción
Todavía no se ha añadido la letra de esta canción.