Dance with My Father

Hay momentos que son imposibles de olvidar. Cuando eres pequeño, el mundo parece tan grande y cálido. Ese momento en el que tu padre te levanta en brazos, te hace girar y todo a tu alrededor es amor y seguridad. Con cada año que pasa, esa alegría sencilla se va, pero permanece en la memoria como algo eterno. Y entonces, cuando parece que la vida te ha quitado mucho, aparece un sueño desesperado: al menos un último baile. Un instante que no termina nunca. Esta canción trata sobre lo fuerte que puede ser el deseo de volver a aquellos tiempos felices, cuando todo era sencillo y auténtico. Y en cada acorde se escucha esa llamada silenciosa, esa petición de recuperar al menos una parte de lo que ya se ha perdido.