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Una pista con aroma a la vieja escuela y sabor a polvo fresco de las calles. Aquí hay un ritmo crujiente, un respetuoso guiño a las leyendas y esa confianza especial en la que cada línea suena como una reivindicación del derecho a ocupar un lugar en la historia. Las capas de significado se superponen como grafitis en una pared de ladrillo, y los números y las referencias se combinan en un código personal que solo entienden los que están «en el tema».