Breathe

Parece que algunas canciones tienen un efecto de "pegado" incorporado. Las notas giran como un pensamiento persistente después de un mensaje aleatorio a las tres de la mañana. Al principio te convences de que no es nada especial, solo un juego, solo química. Pero el pulso de todos modos se adapta al ritmo, y ya es imposible despegarse. El ritmo late con firmeza, como un corazón que ha decidido que el drama es un deporte. Las palabras suenan como una autojustificación, pero la respiración se entrecorta cada vez más, y es como si el aire mismo se volviera más pesado. Cada línea es un intento de convencerse de que los sentimientos no son serios, solo un hábito prolongado. La canción huele a medianoche, a bombillas quemadas y a esa extraña calma antes de una nueva espiral de obsesión. Cuando parece que no es amor, pero todo el cuerpo se comporta como si lo fuera.