Stay Blessed

A veces la paz no es silencio, sino un cansado "mhm" entre líneas. Parece que no pasa nada, pero por dentro da vueltas esa misma carrera: por la tranquilidad, por tener la cabeza clara, por simplemente no pensar de más. Todo suena como en un semisueño: voces, recuerdos, frases que ya ni siquiera se pueden distinguir. Hay una extraña serenidad en este ritmo: como si la ciudad zumbara en algún lugar lejano, y tú estuvieras de pie en el balcón con una taza medio vacía, y el viento se llevara los restos de tus pensamientos. Todo está un poco arrugado, un poco somnoliento, pero hay vida en eso. E incluso si no se entiende del todo de qué se trata, de todas formas dan ganas de volver a ponerlo. Para escuchar entre "vamos, hombre" y "calor" esa pequeña pausa, parecida al mundo.