DIOMEDEZ

Una confesión áspera y afectuosa que susurra y grita al mismo tiempo: un flujo explosivo de alarde callejero, aderezado con descuidos cotidianos y nostalgia melancólica por aquellos que ya no pueden ser devueltos. El sonido es como una conversación en la entrada, donde palabras en español, el nombre de Diomedes y retazos de un sueño futbolístico se cuelan entre elogios y anécdotas; el ritmo te arrastra hacia adelante y el significado bromea, pero a veces la verdad de repente corta hasta lo más profundo.

La paleta figurativa, desde "katanas" y "pulmon" hasta el arrogante trofeo de victorias "escarlata": aquí se mezcla todo lo que da vida a la charla callejera: orgullo, emoción, galimatías de pasiones y la cálida crueldad de la vida cotidiana. La jactancia se convierte en reconocimiento para quienes quedan en la memoria; la sexualidad se presenta con ironía, donde en una mano se tienen elogios y la auto-ironía, y en la otra, el hábito de no protegerse, como símbolo de riesgo y desafío.

El sentimiento es cercano, como una nota en un cuaderno, escrita entre tareas: divertida, un poco grosera, ligeramente dolorosa y extrañamente tiernamente veraz. Esta es una banda sonora para aquellos a quienes les gusta escuchar no sólo el ritmo, sino también el lenguaje de la calle, con su orgullo contradictorio, sus pequeñas hazañas y su deseo manifiesto de ser escuchados.