いちごジュースで待ち合わせ

Hay un tipo especial de nostalgia: pegajosa, rosada, con sabor a fresa y vergüenza. Cuando parece que ya lo has superado todo, y luego encuentras por casualidad una foto vieja de un fotomatón, esa en la que ambos sonríen tontamente y no salieron completamente en el encuadre. Y de alguna manera te sientes incómodo por tu "yo" del pasado, pero aún así te sientes cálido. Porque en ese "entonces" todo era demasiado sincero para no recordarlo. Ahora, en lugar de corazones asustados, hay palabras neutras y cuidadosas, y en lugar de una voz temblorosa, un tono uniforme, como si nada hubiera pasado. Solo la piel está un poco más seca, el cerebro se ha vuelto más inteligente y el pedido en el café es invariablemente el mismo: jugo de fresa. La dulzura infantil con la que se ahoga la habilidad adulta de fingir que todo está bien.