ファーストキス

A veces parece que el mundo va demasiado rápido: todo cambia, se transforma, se rompe en fotogramas. Pero en algún lugar de este torrente frenético hay dos que aún corren el uno hacia el otro, a pesar del tiempo, la distancia y el incómodo silencio entre líneas. Aquí no hay grandilocuencia, solo esa misma sensación que te hace sentir tranquilo y cálido por dentro, como si el aire temblara porque las palabras no logran seguir el ritmo del corazón. El amor aquí no se trata de promesas, sino de movimiento: alcanzar, no soltar, recordar cómo empezó todo. Incluso si el mundo entero ha cambiado, hay momentos que permanecen inalterables, como el ritmo en una canción que no se descompone, pase lo que pase.