All Time High

El amor, por supuesto, no es un manual de instrucciones para montar muebles: no hay un plan claro de dónde insertar qué y con qué atornillar. Todo es inestable, emocional, a veces al borde del histerismo y con reparaciones de relación programadas. Pero en medio de todo este caos, de repente te encuentras creyendo de nuevo. Que se puede no salvar, sino simplemente bailar hasta que se sequen las lágrimas. Lo que no necesita explicación, sino simplemente respirar al ritmo. Aquí el aire parece impregnado de luz matutina después de una noche sin dormir, un poco turbio pero lleno de esperanza. Todavía duele, pero ya es hermoso. Y en algún lugar entre el "¿por qué otra vez?" y el "intentémoslo de nuevo" nace ese sentimiento que hace que los pasos se vuelvan más ligeros y el corazón, casi ingrávido.