Зоряний час

Parece que hoy el universo sonríe, con una sonrisa amplia y sincera, como la de un niño, como si recordara lo que es soñar sin mirar atrás. En el aire se percibe un aroma de comienzo: ese que se siente cuando alguien decide de repente no esperar «el momento adecuado» y simplemente se lanza. Aquí no hay grandilocuencia, solo ligereza, como la de las personas que saben que su voz no es la única y eso les hace querer cantar más alto. En cada acorde hay un poco de polvo de estrellas y la fe en que el cielo no es el límite. Cuando se unen millones de voces, incluso la oscuridad comienza a sonar como música.