Solifican12

Huele a sol, que se ha calentado un poco en el trabajo, y a luna, que se ha dejado llevar por el autoanálisis. Entre ellos, hay una persona en estado de suspensión: parece que vuela, pero sus alas están atadas con cuerdas. No exige nada, se sorprende de todo y, en general, se relaja. El mundo gira por sí solo, y aquí simplemente aprenden a ser. Sin moral, sin dioses, sin significados impuestos. Un poco de suciedad bajo las uñas, un poco de luz bajo la piel, y eso es suficiente para sentirse parte de algo enorme. O, al menos, no tan solo en este gigantesco lienzo.