Desocupa

El amor que ha llegado a la etapa de «por costumbre» siempre huele a cansancio. Los besos se vuelven corteses, las conversaciones, seguras, e incluso el silencio entre dos personas no suena como comodidad, sino como una pausa antes de algo inevitable. En la canción, esta tensión se nota en todo, como si alguien ya hubiera hecho la maleta mentalmente, pero no se atreviera a levantarse del sofá.

Aquí no hay drama, solo honestidad. La que llega cuando queda claro que, si los sentimientos se han convertido en un horario, es hora de dejar espacio: para uno mismo, para el otro, para el aire. Y sí, suena irónico, un poco grosero, pero hay fuerza en ello. Porque a veces lo más correcto que se puede decir es «te quiero» es «déjame ir».