Bunga Maaf

A veces el tiempo pasa tan silenciosamente que no te das cuenta de inmediato cómo algo se ha roto dentro de él. Y solo entonces, entre el olor a polvo y viento, de repente se recuerda una voz extraña, la que alguna vez sonó demasiado fuerte y ahora solo susurra como un eco en la cabeza. Todo parece igual: el cielo, las carreteras, los ángulos familiares de la habitación... pero el aire es diferente, denso, con un sabor a arrepentimiento. Esta canción es como una carta que se envió demasiado tarde. Hay mucho orgullo en ella, que se derrite en la lengua, y un poco de ternura tardía. Como si alguien intentara regalar un ramo de perdones, ya un poco marchitos, pero aún cálidos. Y aunque está claro que el pasado no volverá, el corazón sigue esperando obstinadamente, por si acaso el viento lo trae de vuelta.