Dass ich gerade traurig bin

A veces, miras a alguien y parece como si el mundo se desplazara ligeramente. No es nada catastrófico: simplemente el suelo bajo tus pies se vuelve más blando, el aire más denso y tu propio corazón se comporta como un escolar en el recreo: hace ruido, se agita y no obedece. Y parece que todo está claro: no es el destino, ni una coincidencia, solo química. Pero es precisamente eso lo que te vuelve loco.

En esta canción, los sentimientos suenan como un silencioso sabotaje. Por fuera, todo parece tranquilo, casi frío. Pero por dentro hierve un laboratorio de incomodidad, expectativas y noches de insomnio. Quieres que te vean, pero sin ser demasiado insistente; quieres confesar, pero solo si no se ríen de ti. Por eso solo queda una cosa: exhalar, teñirte el pelo del color de la esperanza y fingir que todo está bajo control. Aunque todos saben desde hace tiempo que el equilibrio se ha perdido para siempre.