Descripción
Las calles nocturnas huelen a cerveza caliente y al mar, que está muy cerca, aunque no se vea. La ciudad parece estar en silencio, pero en realidad respira junto con aquellos que aún no se han cansado de amar. Bajo las farolas, todo se mezcla: risas, humo de cigarrillos y música que nadie pone a propósito.
Hay una magia especial en estas noches de Estambul: un banco cualquiera se convierte en un escenario, un roce en una promesa y el silencio en un baile. Luego todo se disolverá en la memoria, pero en algún lugar entre el «quédate» alemán y el «querido» turco permanecerá para siempre lo que es imposible expresar con palabras.
Tono: André Mogimi
Cámara: Jacob Joiko y Marty Fischer
Montaje: Philip Kern
Letra y traducción
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