Криничка

Todo como en la vida real: María jura amar a Iván, Iván sueña con Galia, y Galia, probablemente, también espera a alguien junto a ese mismo pozo. Todos beben agua como si fuera una poción capaz de hacer que el amor sea eterno. Pero el resultado es solo una ligera embriaguez. Una de esas que dan ganas de cantar, trenzarse el pelo, reír hasta el amanecer y no pensar en que mañana volverán a buscar a «esa chica del pueblo».

Aquí el amor es como un día de verano: huele a hierba, quema las mejillas y da un poco de vértigo. Nadie es santo, todos están ligeramente hechizados. Y aunque mañana todo se olvide, hoy todavía se puede volar, incluso sin alas.