Therapieplatz

Un mundo donde los columpios infantiles chirrían más fuerte que los diagnósticos de los adultos. Donde, en lugar de respuestas, la vida es un gran patio de recreo, y el arenero se ha convertido desde hace tiempo en un campo minado. La voz parece haber crecido entre los escombros, un poco ronca, un poco cansada, pero aún así se extiende hacia la luz, como la hierba a través del hormigón. Entre líneas, todo lo que normalmente no se dice en voz alta: vergüenza, ira, confusión, el deseo de ser normal, aunque sea un poco.

Y, sin embargo, no sin esperanza. Porque en algún lugar entre «por qué no me quieren» y «bueno, sigamos viviendo» aparece algo vivo, real. Ese hilo tan fino que te sostiene cuando nada más lo hace. La música aquí no es para bailar, es para aquellos que alguna vez también se preguntaron cuál era su lugar en esta maldita pista y finalmente comprendieron que, aunque no sepas cuándo te tocará montarte, lo importante es no soltar el columpio.