The Sofa

Hay algo acogedor en esta canción, como un «bah, qué más da», cuando estás tirado en el sofá, viendo series antiguas y te das cuenta de que, en general, la vida no está mal, aunque tus sueños de California hayan quedado en algún lugar de tus notas, junto al plan de «empezar a correr». No todo es perfecto, pero tampoco hace falta, porque la felicidad no consiste en convertirse en una nueva versión de uno mismo, sino en permitirse estar tumbado y no fingir ser una musa, una ambiciosa profesional o una persona espiritualmente iluminada. Simplemente ser. Con un ligero desorden en los pensamientos, con tu camiseta favorita, con una taza de té en el reposabrazos.

Y deja que dentro de ti viva un ser salvaje: se ha ganado un descanso.