Paradise (with Bipolar Sunshine)

Una brillante noche de viernes, cuando parece que toda la vida está a punto de comenzar, solo falta que llegue alguien. El pintalabios del color de la esperanza, los tacones más altos que la autoestima, el corazón latiendo más rápido que los mensajes en el chat. Y ahí está, ese punto de espera, entre «ya ha llegado» y «no ha respondido».

Pero, ¿quizás el «paraíso» no es un lugar al que alguien te lleva? Es lo que queda después de todas las citas canceladas, cuando te enfadas, exhalas, apagas el teléfono y de repente te das cuenta de que estás viva. Puede que sin un final perfecto, pero con los ojos perfectamente maquillados y el derecho a una nueva mañana.