Descripción
La imagen que se dibuja es sencilla, casi cinematográfica: una casita con vistas, mañanas juntos, niños en los que se adivinan los rasgos de ambos padres. Todo sin estridencias, sin artificios, un cálido sueño cotidiano en el que la felicidad huele a café y aire fresco.
En las palabras se percibe el entusiasmo por el mero hecho de haberse conocido: como si la vida hubiera pasado de largo, gris y vacía, hasta que alguien entró en ella y encendió la luz. Aquí no hay poses, solo un deseo sincero: vivir juntos, construir, compartir, cumplir los sueños de los demás, porque eso es lo que tiene sentido. Una simple declaración de amor que brilla más que cualquier piedra preciosa.
Letra y traducción
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