Descripción
La memoria es caprichosa, especialmente cuando se trata del pasado. La cabeza parece entenderlo todo: se ha puesto punto final, han aparecido los créditos finales, no habrá continuación. Pero el corazón sigue repitiendo, como un disco rayado, una y otra vez la misma estrofa sobre lo que no se ha cumplido.
Hay algo en esta canción que recuerda a los encuentros incómodos en el supermercado: sonrisas corteses, un breve «hola»... y dentro, una tormenta. Como si la realidad ya hubiera puesto todo en su sitio hace tiempo, pero en algún lugar profundo viviera una voz interior obstinada: «¿Y si...?»
La tristeza aquí no es grandilocuente, sino tranquila, hogareña. Con un toque de ironía sobre la propia olvidadiza y con la dolorosa honestidad del reconocimiento: sí, a veces los sentimientos son mucho más obstinados que la lógica.
Letra y traducción
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