Descripción
Suena como una oración y un juramento al mismo tiempo: la voz es suave, pero detrás de ella se percibe acero. Palabras sobre la suciedad, el cansancio, las lágrimas contenidas... y, sin embargo, no hay derrota en ellas, solo una obstinada determinación de seguir adelante, aunque sea arrastrándose.
La música fluye como un río en el que uno puede ahogarse, pero la protagonista elige nadar hacia la luz, hacia el amor, hacia lo que la hace completa. El estribillo, con ritmos africanos, convierte el dolor personal en un ritual de fuerza: repitiendo «Nga Bili», como si fuera un conjuro, crea su propia marcha hacia adelante. No es una balada sobre el sufrimiento, sino un himno a que el amor y la fe pueden arrastrarte de la mano incluso a través de las aguas más turbulentas.
Letra y traducción
Todavía no se ha añadido la letra de esta canción.