Descripción
La canción suena como una mañana temprana después de una noche de insomnio: ojos rojos, dedos fríos, pero por dentro aún tiembla una tenue esperanza. Aquí se encuentran personas que parecen estar cerca, pero que siguen en sus órbitas: café, parque a las cinco, intentos imperceptibles de ser honesto, mientras se dibuja un corazón en la manga. En cada estrofa, la costumbre de ocultar los dientes tras una media sonrisa y posponer el movimiento «para más tarde».
La música huele al aire de la esquina de la calle y la barra del bar, un poco amarga, un poco dulce. Las palabras son como un diálogo interno sobre que el amor por uno mismo y por el otro no son dos idiomas diferentes, sino uno solo, solo que da miedo aprenderlo. Y en esta fragilidad, en estas líneas temblorosas, hay una extraña belleza: un paso hacia la honestidad, aunque sea apenas perceptible.
Letra y traducción
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