DONDE SE APRENDE A QUERER?

Una habitación donde hasta el aire parece más pesado de lo normal y el silencio suena más fuerte que cualquier música. En esta historia no hay dramatismo, solo confesiones sinceras y preguntas sin respuesta. Aquí, el amor no parece el final de una película, sino un rompecabezas interminable que nunca se ha podido resolver.

Las palabras suenan como cosas esparcidas después de una pelea: un poco de ira, muchos remordimientos y esa honestidad que llega cuando ya no hay nada que perder. No es una canción sobre la derrota, sino sobre la grieta entre dos personas, a través de la cual todo se derrama hacia afuera. Y tal vez sea precisamente en ese vacío donde se encuentre la oportunidad de dejar de fingir ser fuerte.