Демоны

La canción suena como una conversación nocturna contigo mismo, entre el sueño y el despertar inquieto. Las palabras son entrecortadas, repetitivas, como un mantra, como si las susurraran en una cocina en penumbra, apoyados en el alféizar de la ventana. Los «demonios» aquí no son cuernos y colas, sino el caos interior que se aferra a los pensamientos, mientras alguien olvida los cigarrillos en el balcón y se mira en el espejo para comprobar si su reflejo volverá.

La música crea la sensación de un camino en bucle: enero, junio, enero otra vez. Como si se corriera por la ciudad nocturna bajo la lluvia, donde los neones se difuminan y el corazón late con ansiedad, pero en el interior aún arde una débil esperanza. Esta canción trata sobre el cansancio, la lucha y ese momento en el que, a pesar del miedo y la angustia en el pecho, todavía quieres exhalar y creer que los demonios no te vencerán.