Descripción
La música huele inmediatamente a pista de baile, pegajosa por los cócteles, pero llena de fuego. Allí donde las palabras ya no son necesarias y las miradas funcionan mejor que cualquier acuerdo. Un poco de descaro, una pizca de audacia y mucho movimiento, y la noche se convierte en un interminable «otra vez».
El ritmo es muy dulce, pero no empalagoso, sino de esos que te hacen dar vueltas la cabeza, como un mojito demasiado fuerte. Todo suena como un juego: quién va a adelantar a quién en la curva, quién aguantará más este ritmo. Pero el final siempre es el mismo: rendirse a la música y dejar que te lleve por encima de las nubes.
La canción no pretende prometer nada grandioso. Simplemente susurra: «bailemos mientras nos aguanten las piernas». Y, sinceramente, en noches como estas no se necesita nada más.
Letra y traducción
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