Yo no te esperaba

Como si un rayo de sol hubiera entrado por casualidad por la ventana y se hubiera quedado a vivir en el alféizar. Al principio parece un calor fugaz, pero poco a poco toda la habitación se tiñe del color del miel y el vino, y las paredes parecen respirar al unísono con el corazón. Las palabras de la canción suenan como la torpe honestidad de alguien que no esperaba cambios, pero se encontró en una casa llena de nuevos aromas, matices y felicidad inesperada.

Hay en esta melodía una sensación de sorpresa silenciosa, como cuando la puerta aún está cerrada, pero alguien ya está dentro. Todo parece un poco fuera de lo previsto, pero eso solo lo hace más cálido: el verano se va acabando lentamente y el otoño se vuelve suave, como un jersey ajeno. No se trata de un encuentro casual, sino de una casa que se llena de flores mientras dentro aprendes a bailar al ritmo del corazón de otra persona.