com você

El aire cálido de la noche tropical, cuando la realidad misma se tiñe de brillo y parece un poco embellecida, como si se tratara de un filtro con el brillo al máximo. Todo a tu alrededor brilla: el agua, los ojos frente a ti, incluso el cielo, que de repente ha decidido jugar al amanecer en medio de la oscuridad. Y en esta luz no quieres hablar, sino bailar, acercarte más, dejar que los cuerpos y las palabras se enreden en el nudo más descarado.

Aquí no hay prisa ni razón, solo el juego del fuego y la piel, donde cada movimiento huele a la promesa de «quédate». Y que mañana haya resaca de estúpidas ilusiones, pero en este momento es pura locura, dulce, pegajosa, con un regusto a magia de medianoche.