Closer

Es como si una noche de club y un amanecer de verano se hubieran mezclado en una sola imagen: los bajos aún retumban en el pecho, el humo y las risas se disuelven en el aire, y en el interior hay una silenciosa petición: «acércate más, no me sueltes». En estas palabras, el amor no es una delicadeza frágil, sino una verdadera fuerza de la naturaleza: el agua en la que se sostienen dos personas, tratando de seguir nadando a pesar de las tormentas pasadas y sus propios trapos sucios.

La música te sacude como una marea prolongada: a veces con un calor rebelde, a veces con una dulzura conmovedora, donde la dulzura de las confesiones convive con rimas atrevidas e imágenes callejeras. Y esta pista no solo transmite pasión, sino también una calidez poco común en este tipo de historias, como si incluso en el caos de las fiestas se pudiera encontrar un refugio en el que los dos se sintieran seguros y a gusto.