Descripción
A veces, la memoria se comporta como una sombra obstinada: no te deja ir, incluso cuando todo lo demás se ha desvanecido hace tiempo. Aquí no hay declaraciones dramáticas, solo una tranquila confesión: dejar ir el fantasma del pasado es más aterrador que vivir con él. Porque ya se ha convertido en algo habitual, casi familiar.
La música suena como un eco infinito: versos repetitivos, como pasos en un pasillo vacío. Y en esta obsesión hay una honestidad especial: cuando cualquier «adelante» inevitablemente nos devuelve atrás, a esa misma imagen que no se puede borrar.
Letra y traducción
Todavía no se ha añadido la letra de esta canción.