cliché

Los pensamientos inquietantes zumban como una radio con mala señal, pero el corazón sigue encontrando su ritmo. Por dentro, todo es un caos; por fuera, luces de neón y la promesa de que puedes escapar a cualquier lugar, ya sea a Las Vegas o simplemente a la noche. Esta confesión no trata de un amor tranquilo, sino de un juego arriesgado: «intentémoslo, aunque mañana todo se derrumbe». Parece que entiendes que quizá sea más fácil estar solo, pero ¿cómo resistirse cuando alguien te llama para compartir el caos y convertirlo en un hogar?