Hiccup

Asientos rojos, llave roja... y toda una vida a toda velocidad, donde cada minuto resuena con riesgo y una ligera descaro. Aquí no hay lugar para las trivialidades: o bien Italia como primer concierto, o bien donaciones para una imagen «salvaje» en la red. Risas entre el humo, susurros de «hermanos libres», toneladas de dinero en efectivo y rutas que cambian más rápido que los semáforos. La audacia como moneda de cambio: para algunos, una tirada de dados; para otros, una nueva «plain jane» en la muñeca. Y todo ello con el calor del sur, la franqueza del norte y el ruido eterno de las calles, que no te sueltan ni siquiera cuando firmas tu primer contrato importante.